La autogestión implica que el autor o compositor decide no ceder sus derechos de administración a una editorial musical. En este modelo, el creador se convierte en su propia editorial (self-publishing).
Control Total: El autor tiene la potestad absoluta para decidir cómo, cuándo y dónde se utiliza su obra.
Retención de Ingresos: Al no ceder porcentajes a una editorial, el autor retiene la porción completa (típicamente el 100% de la parte del compositor) de los ingresos editoriales.
Decisión Rápida: No hay intermediarios que ralenticen las negociaciones de licencias (especialmente importante para sincronizaciones rápidas).
Carga Administrativa: El autor debe encargarse de tareas complejas como el registro en múltiples entidades internacionales, el monitoreo constante, la facturación y el seguimiento de pagos.
Falta de Conexiones: Es más difícil acceder a oportunidades lucrativas de sincronización o colocación con artistas importantes, ya que las editoriales grandes tienen relaciones establecidas con supervisores musicales y sellos.
Recaudación Compleja: Recaudar royalties de ejecución pública y mecánicos a nivel mundial es una tarea titánica que a menudo requiere la ayuda de administradores de derechos o plataformas especializadas.